La Divina Misericordia


Imagen de Jesús Misericordioso

Por medio de esta imagen colmaré de gracias a las almas (570). Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. Prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, en la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como Mi gloria (48).
Mi mirada en esta imagen es igual a la mirada desde la Cruz (326). El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas. Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la Cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios (299). Si el alma no practica la misericordia, no conseguirá Mi misericordia el día del juicio (1317).
Jamás rechazaré un corazón arrepentido, tu miseria será hundida en el abismo de Mi misericordia. Por ti he bajado del cielo a la tierra, por ti me he dejado poner en la Cruz, por ti he permitido que fuera abierto con una lanza Mi Sagrado Corazón y he abierto para ti una fuente de Misericordia. Ven y toma de las Gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza (1485): ese recipiente es esta imagen con la firma: “Jesús, en Ti confío” (o “Jesús, en Vos confío”) (327).
Cuanto más grande es la miseria de un alma tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia (1182). Soy más generoso para los pecadores: por ellos he derramado Mi sangre; que no tengan miedo de acercarse a Mí, son los que más necesitan Mi misericordia (1275). Para ellos vivo en el Tabernáculo, y como Rey de Misericordia, deseo colmar a las almas de Gracias, pero no quieren aceptarlas (367). Aún si un alma fuera como un cadáver en descomposición y humanamente sin ninguna posibilidad de restauración y todo estuviera perdido, no es así para Dios: el milagro de la Divina Misericordia restaura a esa alma en toda su plenitud. ¡Infelices los que no aprovechan de este milagro de la Misericordia Divina!: lo pedirán en vano, cuando sea demasiado tarde (1448). Quien no quiere pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi Justicia (1146).
Deseo que esta imagen sea venerada en el mundo entero (47), que los sacerdotes proclamen esta gran misericordia que tengo a las almas pecadoras (50). Diles a Mis sacerdotes que los pecadores más empedernidos se ablandarán bajo sus palabras cuando ellos hablen de Mi misericordia insondable, de la compasión que tengo por ellos en Mi Corazón (1521).
La humanidad no encontrará la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia (300).
A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas el Juez, sino el Salvador Misericordioso (1075).


15:00 Hora de la Divina Misericordia / Hora del Vía Crucis

Cuántas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete totalmente en Mi misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de par en par para cada alma. En esa hora puedes obtener todo lo que pides para ti y para los demás. En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la misericordia triunfó sobre la justicia. En esa hora procura rezar el Vía Crucis, en cuanto te lo permitan los deberes; y si no puedes rezar el Vía Crucis, por lo menos entra un momento en la capilla y adora en el Santísimo Sacramento a Mi Corazón que está lleno de misericordia. Y si no puedes entrar en la capilla, sumérgete en oración allí donde estés, aunque sea por un brevísimo instante. Exijo el culto a Mi misericordia de cada criatura, pero primero de ti, ya que a ti te he dado a conocer este misterio de modo más profundo (1572).
Ruega por Mi misericordia, en especial para los pecadores y aunque sólo sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi abandono en el momento de Mi agonía. Te permitiré penetrar en Mi tristeza mortal. En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión (1320).
 
-  Oración a la Divina Misericordia
Acudo a Tu misericordia Dios Compasivo, ya que sólo Tú eres bondad. Aunque mi miseria es grande y mis ofensas muchas, confío en Tu misericordia porque eres el Dios de la misericordia y desde tiempo inmemorial nunca se ha oído, ni el cielo ni la tierra recuerdan, que un alma confiada en Tu misericordia, haya quedado decepcionada. Oh, Dios de piedad, sólo Tú puedes justificarme y jamás me rechazarás, cuando yo, arrepentida, me acerque a Tu Corazón misericordioso, del cual nadie ha sido rechazado jamás, aunque haya sido el pecador más grande (Diario, 1730).  Oh, Jesús, Amigo del Corazón solitario, Tú eres mi puerto, Tú eres mi paz, Tú eres mi única salvación, Tú eres la serenidad en los momentos de lucha y en el mar de dudas. Tú eres el rayo brillante que ilumina el sendero de mi vida. Tú eres todo para el alma solitaria. Tú comprendes al alma, aunque ella permanezca callada. Tú conoces nuestras debilidades y como un buen médico consuelas y curas, ahorrándonos sufrimientos, como un buen experto (Diario, 247).




- Alabanzas de la Beata Sor Faustina a la Divina Misericordia

El Amor de Dios es la flor, y la Misericordia es el fruto.

Que el alma que duda lea estas consideraciones sobre la Divina Misericordia y se haga confiada.

Misericordia Divina, que brota del seno del Padre, en Ti confío.

Misericordia Divina, supremo atributo de Dios, en Ti confío.

Misericordia Divina, misterio incomprensible, en Ti confío.

Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad, en Ti confío.

Misericordia Divina, insondable para todo entendimiento humano o angélico, en Ti confío.

Misericordia Divina, de donde brotan toda vida y felicidad, en Ti confío.

Misericordia Divina, más sublime que los cielos, en Ti confío.

Misericordia Divina, fuente de milagros y maravillas, en Ti confío.

Misericordia Divina, que abarca todo el universo, en Ti confío.

Misericordia Divina, que baja al mundo en la Persona del Verbo Encamado, en Ti confío.

Misericordia Divina, que manó de la herida abierta del Corazón de Jesús, en Ti confío.

Misericordia Divina, encerrada en el Corazón de Jesús para nosotros, y especialmente para los pecadores, en Ti confío.

Misericordia Divina, impenetrable en la institución de la Santa Hostia, en Ti confío.

Misericordia Divina, en la institución de la Santa Iglesia, en Ti confío.

Misericordia Divina, en el sacramento del Santo Bautismo, en Ti confío.

Misericordia Divina, en nuestra justificación por Jesucristo, en Ti confío.

Misericordia Divina, que nos acompaña durante toda la vida, en Ti confío.

Misericordia Divina, que nos abraza especialmente a la hora de la muerte, en Ti confío.

Misericordia Divina, que nos otorga la vida inmortal, en Ti confío.

Misericordia Divina, que nos acompaña en cada momento de nuestra vida, en Ti confío.

Misericordia Divina, que nos protege del fuego infernal, en Ti confío.

Misericordia Divina, en la conversión de los pecadores empedernidos, en Ti confío.

Misericordia Divina, asombro para los ángeles, incomprensible para los Santos, en Ti confío.

Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios, en Ti confío.


Misericordia Divina, que nos rescata de toda miseria, en Ti confío.

Misericordia Divina, fuente de nuestra felicidad y deleite, en Ti confío.

Misericordia Divina, que de la nada nos llamó a la existencia, en Ti confío.

Misericordia Divina, que abarca todas las obras de Sus manos, en Ti confío.

Misericordia Divina, corona de todas las obras de Dios, en Ti confío.

Misericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos, en Ti confío.

Misericordia Divina, dulce consuelo ara los corazones angustiados, en Ti confío.

Misericordia Divina, única esperanza de las almas desesperadas, en Ti confío.

Misericordia Divina, remanso de corazones, paz ante el temor, en Ti confío.

Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas, en Ti confío.

Misericordia Divina, que infunde esperanza, perdida ya toda esperanza, en Ti confío.

Oh Dios eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Misma.